Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2016

Hablemos de ansiedad

Este último tiempo, los días fueron más grises que soleados. Hubo días soleados como siempre hay, o se supone que tiene que haber, pero hay días que la ansiedad gana. Ya luego de 7 años u 8 años de terapia, uno aprende a manejar la ansiedad, incluso mejor cuando se tiene varias crisis en el medio. Y salir de la ansiedad, se siente como volver a respirar después de correr tanto tiempo, como cuando corres asustada sin pensar (o así parece en las películas). Igual para mí, hay dos ansiedades, la que llamo la buena y la mala. La buena es hormigueo en las piernas, sos más consciente sobre ella, solo queres hacer tres mil cosas a la misma vez... sí, te estresas, dormís mal una noche pero con gimnasia y esfuerzo de uno mismo, la podes controlar. Después está la mala, a la mala le tengo miedo (cada vez menos). La mala es la que no te deja dormir por una semana, tus músculos se contracturan y te desesperas porque te controla ella. Es esa ansiedad que estás trabajando o con amigas y de repente,

Libertad

Una tarde de noviembre hace muchos años fuimos al parque con una amiga. No me acuerdo el nombre del lugar pero muchos lo conocerán. Estábamos sentadas en el pasto y la noche se aproximaba mientras que los últimos rayos de sol, nos reflejaban. Un chico con rastas se nos acercó y nos dio un libro a cada una. Esos escritores ambulantes. No recuerdo mucho el libro solo que hablaba sobre un viaje, creo que a Perú, su encuentro con si mismo y con una mujer junto a su novio con la cual tendría relaciones sexuales. Lo compré, quizás eran 5 pesos o 15. El chico nos habló algo, no recuerdo qué y luego nos fuimos. No es que sea algo diferente lo que pasó pero recuerdo que ese día me sentí libre. Dentro de lo poco que me permitía y me permitían ser, algo de estar tirada en el pasto me dio libertad. Y es que a veces pienso y yo creo que sería más feliz viviendo una vida más bohemia... Quizás yo sea la del bidón