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Mostrando entradas de septiembre, 2010

Mercredi

Una vez un amigo trató de definir la palabra felicidad. La felicidad como un fin. Trato de sacarlo de su contexto más abstracto y me atengo a los hechos. Y ¿qué me hace feliz? Un abrazo que parece eterno, una película que te deja un pensamiento, un libro que te deja sentimientos, una charla profunda que abarca todos los pensamientos, conocer lugares nuevos y visitar los viejos, delinear tu cara con mis dedos suavemente, sentir en mis manos un puñado de arroz, mirar al cielo y ver las nubes pasar, el momento antes de una tormenta, las flores, una visita inesperada de alguien a quien quiero, reírme de las cosas más banales, escribir, caer y levantarme otra vez, el ruido del mar y el viento entre las copas de los árboles, seguir adelante, un ruiseñor. Y podría seguir pero esto es lo principal. Y alguien me dijo que aproveche cada semana para hacer algo que me gusta y me doy cuenta que muchas veces lo hago. Y la vida sigue, y yo elijo seguir... intentando ser feliz.

Mardi

Lluve y en la reja de la ventana se posan mis dedos con un cigarrillo ya difuso en la tormenta. Mi mente vaga eternamente entre los edificios cuyas fachadas son antiguas y borrosas. Creo que estoy en España, en 1940. Siento el frío y la humedad entrar en mi cuerpo. Vuelvo a donde estoy. Año 2010, Argentina. Y miro como se pierde el humo en la noche y pienso en vos. La distancia y los miedos nos separan. Y grito en el silencio y en la oscuridad para que me oigas. Sí, no fui tan buena pero el temor te carcomió por dentro. A veces espero esa llamada y otras veces, me rindo al cielo. No es dolor, es sufrimiento; me duele haberte dicho esas palabras pero sufro porque sé que las tengo que cumplir. Y vuelvo en mí misma, pero ya no estoy donde creí que estaba; el tiempo se esfumo como la colilla de mi cigarrillo y ya estoy adelante. Dejé atrás todo. - no tengo miedo a quedarme solo - pero, ¿nunca amar a una persona? - (ambos) sí, sería muy triste

Sentimientos

Tenés la capacidad de hacerme feliz y querida. Tenés la capacidad de hacerme sentir a kilometros de distancia de vos. Me hacés enojar con lo que hacés y al mismo tiempo me hacés feliz con otras cosas que hacés. No hables en plural porque no siempre comparto tu opinión. A veces me hacés sentir que estoy volando, que no tengo ninguna máscara con vos y al mismo tiempo me vuelvo fría. Quizás sea Odette de Creçy o Charles Swann, aquellos personajes que nunca pudieron amar; el amor algo incomprensible. Quizás esto sea nada. El miedo te paraliza y ponés obstáculos todo el tiempo pero yo también. Tejo redecillas para ver si puedo atraparte pero me cansa luchar contra algo que ya no es parte de mí. poema de hace unas semanas escrito a las 3. Ella es Atenea, su propia destrucción. Ella es la musa de su propia tragedia. Perdida como un nenúfar perfumando el arroyo La corriente portea el zumo agrio de los pétalos mustios. Y Alicia se encuentra en el país de las maravillas, en un mundo de ensueño.

Mon douce amie

Últimamente estoy escribiendo mucho en mi diario personal pero tampoco quería dejar de hacerlo aca, porque sé que al menos alguien lo lee. Podría escribir sobre otras cosas relevantes en mi vida pero hoy quiero escribir sobre alguien especial, alguien que entró en mi vida un día de agosto. Y esto es para vos. Dos caminos solitarios cargados de dolor e incomprensión, dos caminos que después de meses se unieron por un rato. Estos caminos eran rocosos y uno de ellos se trabó en su camino y no quiso seguir con caminando con él. Hubo veces que me pregunté que hubiese pasado si seguíamos por el mismo camino pero en ese momento el camino tenía muchas alturas y obstáculos. Una vez leí que el tiempo es sabio, y lo comprendí. Hoy en día no seguimos el mismo camino pero un lazo nos une y espero que nos siga uniendo. En vos encontré una persona de confianza, una persona que no te traiciona; aunque hubo peleas y aún las hay. Sos la persona que me hace sentir que no estoy a kilometros de distancia d

Poem I

When we were young, cicadas buzzing in a nearby tree, We'd go out to play at early dawn, just you and me, Frolic between blades of grass, swaying, greys and silvery hues, Until the sun rose, turning the world into orange-red glass, And the stars set softly into the earth behind us, blue. At dusk one night, they took you away. Who would I have, to play in the fields? Years later, under the sweltering sun, (Zzzzz -- piercing my eardrums) They found you, among others, in an earthy pit. Brought you home in a car, And I watched you return to the soil (Still, there you are). I remember the long-ago fun, when I was a child; But who'd want to play in the fields, knowing the secrets of the ground? I once loved my old thoughts in this vast landscape, But cicadas beat my feelings into a haze; Corpses line our memories, pillaged and raped.