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Mostrando entradas de 2016
Me alegro que todo vaya bien en tu vida pero ya pasaron varios meses y me olvidé lo que era sentir tus labios en los míos.

Si me preguntan

Si me preguntan que busco, busco un hombre que en las noches de calor, sea una brisa. Que su brisa me cale los huesos y me abrace mis órganos. Despertarme con su brazo encima mío y mi pelo en su cara. Mi pelo con su perfume, que tantas veces me susurró al oído. Un hombre que me haga soltarme y abrace mis miedos, que su mera presencia borre mi ansiedad. Que sea la ilusión despertar a la mañana y ver su cara y que me mire con esa mirada verdadera. Que bese mis lados no tan queridos por mí y que sienta que mi panza es la más linda. Que me escriba en el alma lo que no pueda decir. Que salgamos a bailar esa música que nos gusta y pelearnos por qué película ver. Que me haga el amor suave y profundamente y bese mi piel extasiada por su mero contacto. Que un fin de semana, vayamos en aventuras ya que salir de casa es una. Que me contenga cuando llore agobiada y que me diga que las estrellas nacen de una explosión. Así que está bien desmoronarse. Que mi cuerpo, mi sonrisa y mi mirada sean una a

Bésame mucho

No solo me besaste, me besaste las ganas
Quiero darte uno de esos abrazos que te llenan el alma, entendes?
me generas tanta paz que con vos me perdería por las calles de cualquier ciudad.

MI presente

Yo diría que no vivamos para el mañana, mañana podrá haber miles de oportunidades para distintas cosas. Mañana puedo decir renuncio. Mañana puedo decir “esto se termina acá”. Puedo incluso correr 40 cuadras o tomarme un avión a cualquier lado. Pero lo importante es respirar el presente. No sé definirlo pero para mí ese momento es cuando vas caminando enrollado en tus cosas, mirando hacia el suelo o la mirada perdida en algún recoveco de tu mente y pensando en miles de cosas por hacer, y miras hacia el cielo y te sentís agobiada o cansada y ves que está soleado y ves un azul de esos puros y de repente, respiras y sentís los olores que te rodean (esperemos que no sea un camión con basura o el pis de los chicos un domingo o sábado a la mañana) y sentís una especie de hormigueo en el cuerpo y de repente te sentís bien, pero bien plena y sonreís al cielo, al árbol al lado tuyo o la persona que camina y sentís que sos parte de algo. Que hay algo más y vos formas parte. Y todo toma color y to

Mojarse

Tenemos que dejar que la lluvia nos moje hasta el último recoveco La semana pasada volvía caminando bajo la torrencial lluvia, sin paraguas, sin refugios, pero aseguro que llegué a casa con el alma limpia
Después de muchas tormentas, mi cabeza necesita calma. No provoques lo que ya no puedo dar

La abadía del amor

El tiempo pasa y juega con nosotros. y no hay remedio para ello. Por eso te invito a esa abadía, donde una vez encontré el libro del amor
el sol iluminaba la sala y solo podía sentir un especie de calidez primaveral en un invierno frío y lluvioso. Me quedé mirándolo un rato, no había nada que arreglar pero no me quería ir de ahí. Nostalgia cuando vi el sillón. Un día de mucho sol y calor húmedo y pegajoso... ese día me senté por primera vez en el sillón, temerosa. Otras veces más me senté a llorar o para ser besada por el mismo Satanás. Esta vez era diferente, puede ser la sinusitis o puede ser que me esté por venir, no lo sé. Me muevo a la otra ventana y miro el cielo, creo que es una de las mejores vistas porque no solo miro el cielo sino los techos de los edificios y algo así me imagino a Buenos Aires. El sol me pegaba en la cara, en los hombros, en las piernas, me llenaban de esa calidez, de esa libertad que siento que perdí y me pregunto si alguna vez seré libre como esas mujeres de las fotos. Me invade un sensación de tristeza. Solo supe que tenía que bajar la persiana y mientras la bajaba, me di cuenta que hay c

Hablemos de ansiedad

Este último tiempo, los días fueron más grises que soleados. Hubo días soleados como siempre hay, o se supone que tiene que haber, pero hay días que la ansiedad gana. Ya luego de 7 años u 8 años de terapia, uno aprende a manejar la ansiedad, incluso mejor cuando se tiene varias crisis en el medio. Y salir de la ansiedad, se siente como volver a respirar después de correr tanto tiempo, como cuando corres asustada sin pensar (o así parece en las películas). Igual para mí, hay dos ansiedades, la que llamo la buena y la mala. La buena es hormigueo en las piernas, sos más consciente sobre ella, solo queres hacer tres mil cosas a la misma vez... sí, te estresas, dormís mal una noche pero con gimnasia y esfuerzo de uno mismo, la podes controlar. Después está la mala, a la mala le tengo miedo (cada vez menos). La mala es la que no te deja dormir por una semana, tus músculos se contracturan y te desesperas porque te controla ella. Es esa ansiedad que estás trabajando o con amigas y de repente,

Libertad

Una tarde de noviembre hace muchos años fuimos al parque con una amiga. No me acuerdo el nombre del lugar pero muchos lo conocerán. Estábamos sentadas en el pasto y la noche se aproximaba mientras que los últimos rayos de sol, nos reflejaban. Un chico con rastas se nos acercó y nos dio un libro a cada una. Esos escritores ambulantes. No recuerdo mucho el libro solo que hablaba sobre un viaje, creo que a Perú, su encuentro con si mismo y con una mujer junto a su novio con la cual tendría relaciones sexuales. Lo compré, quizás eran 5 pesos o 15. El chico nos habló algo, no recuerdo qué y luego nos fuimos. No es que sea algo diferente lo que pasó pero recuerdo que ese día me sentí libre. Dentro de lo poco que me permitía y me permitían ser, algo de estar tirada en el pasto me dio libertad. Y es que a veces pienso y yo creo que sería más feliz viviendo una vida más bohemia... Quizás yo sea la del bidón