Hoy soñé con vos otra vez, te reposabas en mis piernas como siempre lo hacías cuando mirábamos televisión en tu sillón. Y me dabas besos en el hombro, todavía me acuerdo cuando me dijiste que un beso en el hombro era que significaba mucho para vos. Y hoy me llenabas de besos y realmente los sentí. Y son las doce de la noche y estoy llorando porque te extraño tanto y nunca lo vas a saber y por eso no hablo de vos nunca porque se va rompiendo mi alma en pedacitos y me iría corriendo a verte, solo para poder abrazarte y darte un último beso. No, nunca estuvimos enamorados pero, ay, podríamos haberlo estado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

E ritorno

.