Gymnopédies, 1. Lent et douloureux
Cuando escucho a Satie, me acuerdo de él, y me genera tristeza. Me imagino en mi mente siendo las 7 de la mañana y él subiendo a la colina con su mochila con dos manzanas y el rifle. Y siento que estoy ahí. Con las dos últimas personas que estuve, me dijeron que no sabía lo que quería cuando terminaba con ellos. Me quedé pensando cuando N.L. me lo dijo. Me quedé pensando cuando mis amigas me preguntaron que quería de mi vida y yo no sabía que responder. Sabía que quería escribir, solamente que nunca me sentí lo suficientemente preparada para hacerlo. Solo A. y L. me motivan a escribir. Pero, sí, sé lo que quiero... lo quiero a él. Creo que fue lo que siempre estuve buscando, y me encanta poder ir descubriendo más de su persona y que se muestre como es, aunque verlo llorar, me de ganas de llorar. Sin embargo, el está lejos pero creo que voy a encontrar a alguien como él, sea acá o en Finlandia. O quizás algún día la vida de una vuelta y lo pueda ver o quizás me conforme con algo secunda...